Bodega  Labiano

Cuadro de texto: Bodega Labiano

Francisco Labiano e Hijos S.A. propietaria de la bodega, es como puede apreciarse a través de su nombre una bodega familiar y no estamos hablando de una familia propietaria de la bodega, la cual ha delegado la gestión y administración de la misma a un concejo de administración conformado por terceros, esta es una bodega auténticamente familiar.

 

La bodega está ubicada en San Rafael y a nuestro arribo nos recibió nada menos que Mónica Labiano co-propietaria quien se presentó ante el equipo de Vino Divino haciendo una breve pero muy interesante introducción de la historia de la bodega, para luego dejarnos en manos de Susana Ampuero quien fue la encargada de guiarnos en la visita por la bodega y museo enológico que forma parte de la misma.

 

La escultura que ven en la foto del top de página, vierte en la fuente desde un cántaro en su mano un líquido de color tinto que simula la noble bebida pero por cuestiones de higiene no lo es,  pero existen varias anécdotas en torno a ella siendo protagonistas algunos lugareños y también viajeros que se acercaron a llenar sus recipientes pensando que la bebida era real.

Vino Divino

Nuestra guía Susana es la persona dedicada a atender el turismo y lo hace de maravillas, si bien no es parte de la familia Labiano sus ancestros tuvieron relación con la vitivinicultura, ella conoce profundamente los procesos que se realizan en la bodega y en el viñedo y pone gran emoción en sus relatos y explicaciones.

Luego en la degustación se sumaron Silvina Flores, Eloisa Fantuzzi y Paola Aguilar quienes junto a  Susana nos dieron la impresión de integrar una gran familia.

Arriba Susanan frente a un antiguo filtro de tela utilizado antiguamente para eliminar sustancias en suspensión paranclarificar el vino haciéndolo pasar a lo largo de él.

En la foto de la derecha explicando a alguno de nosotros las diferentes maneras de incorporar madera al vino que se han utilizado a través de los años algunas de las cuales aún se utilizan.

Todos los espacios del edificio están preparados para recibir al turismo, acondicionados adecuadamente y decorados de forma sencilla con muy buen gusto.

La empresa familiar fundada en 1925 además posee algunas hectáreas con frutales y se preparan de forma artesanal mermeladas, alfajores, bombones, aperitivos, licores y muchas exquisiteces que se ofrecen solo al turismo. Originalmente la bodega procesaba uvas para hacer vino a granel para otras bodegas, lo que le llaman “venta al transporte”. Luego decidieron vinificar parte de su producción con su firma particular y es entonces que  transitaron el duro camino de crear una marca obtener los permisos de todas las reparticiones que intervienen en este proceso, también se enfrentaron con la necesidad de buscar un nombre adecuado, hacer un diseño atractivo de etiqueta, elegir el tipo de corcho y de botella que utilizarían para cada línea y de ese esfuerzo salió el nombre de Procer.

En la foto de abajo se presentan todos los vinos de la bodega, los de la izquierda son la línea Procer Malbec, Syrah y Merlot sin madera y a la derecha Cabernet Sauvignon, Malbec y Chardonnay Roble.

Queremos destacar la excelente relación calidad precio que tiene la línea Procer, son vinos jóvenes de dos o tres años con notable fruta y un color intenso y límpido,  tienen buena permanencia en boca y muy fáciles de beber lo cual es un problema cuando llegan varios amigos a casa, pues hasta los de bebida corta se quedan en la mesa para disfrutarlos.

La bodega no tiene cadena de distribución, es decir que van de la producción al cliente final, por lo tanto si desean probarlos ingresen en la página de la bodega y hagan contacto con total confianza pues Susana Ampuero y Mónica Labiano solucionará cualquier escollo que aparezca para asegurar que sus vinos lleguen a su mesa.

En la foto de arriba pueden apreciar la mesa con majares elaborados en la bodega con la cual nos agasajaron luego del recorrido. Les podemos asegurar que todos los productos son elaborados de manera artesanal y obviamente exquisitos.

Arriba a la izquierda Oscar Labiano a cargo de los temas de producción nos dio un panorama realista acerca de los avatares que deben afrontar las bodegas de esa región en la actualidad. Él. en una reflexión muy pintoresca comentó que recientemente había visto la película “A Good Year” con Russell Crowe que se desarrolla en un chateau y viñedo en Provence (Francia) en donde la actividad vitivinícola fluye con todo el Glamour en  una comedia romántica en la cual el protagonista abandona su promisoria carrera como corredor en la  bolsa de Wall Street para dedicarse a administrar su bodega y viñedo heredado de su tío, la película está plagada de paisajes y mujeres hermosas con el condimento de la buena bebida y comida de la región y todo eso sin stress, Oscar relató pasajes de la película para coronar la enseñanza con un sabio  “Bueno lo nuestro, nada que ver”, refiriéndose al esfuerzo que deben realizar todos en una bodega pequeña para salir adelante.